domingo, 19 de julio de 2015

Evaluación almuerzos

En clases se realizo una actividad en la que teníamos que ponerle notas a diversas fotos de comidas, estas estaban destinadas a niños que tenían de 3 a 6 años, por lo que se nos pidió ponerle una nota a cada imagen del 1 al 7 bajo nuestros propios criterios de evaluación respecto a lo que considerábamos que era un almuerzo adecuado para los niños de esas edades. Los resultados al terminar la ronda de las 10 imágenes fue realmente abismante ya que las notas puestas por todo el curso iban del 1 al 7 en algunas de las comidas, el rango de notas puestas en cada comida era tan desigual que la profesora nos pidió realizar otra vez el ejercicio pero esta vez en grupo y estableciendo que se evaluaría de dichos almuerzos y esto fue lo que sucedió.

1) ¿Cuán diferente era el nivel de acuerdo entre la primera y segunda vuelta?  
 El nivel de acuerdo como ya mencione en la primera vuelta fue muy disparejo, tanto que me impresiono realmente, en cambio en la segunda vuelta evaluamos con un criterio de evaluación establecido entre todo el grupo y esta vez si que hubo un rango de notas muy estrecho y casi coincidíamos en casi todas las notas, todo gracias a que evaluamos bajo un criterio pre- establecido por todo el grupo y eso hizo toda la diferencia.                                                                                               

2) ¿Qué temas se sintieron más subjetivos o eran más difíciles de acordar?   
El criterio que más nos costo decidir fue el de que entendíamos por comida saludable, y que era apropiado para los niños a esa edad. había mucha discrepancia ya que algunas consideramos poco sano los embutidos y comidas procesadas como nuggets, vienesas rebozados en pan etc, y otras no lo consideraban poco sano para esa edad, entonces tuvimos un pequeño debate acerca de eso hasta que llegamos a un común acuerdo.

3)¿Cómo se negociaron los temas más subjetivos? 
Se llego a un común acuerdo a través del debate y conversación, analizando los distintos puntos de vista y recurriendo a nuestros conocimientos sobre las características de los niños a esa edad. Gracias a esta reflexión pudimos llegar a un termino común y pudimos aplicarlo como nuestro criterio. 

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